(VOVworld) - Estados Unidos y varios países de América Latina experimentan agudas asperezas en sus relaciones cuando Cuba y Brasil manifestaron el 7 de julio su protesta contra el programa de espionaje de la Agencia Nacional de Seguridad estadounidense, y su apoyo al otorgamiento del asilo a Edward Snowden, autor de las revelaciones por las cuales tiene que refugiarse de la persecución de la administración.

El canciller brasileño, Antonio Patriota afirmó que su Gobierno expresa su profunda preocupación por la vigilancia de la red de Internet y llamadas telefónicas realizada por Washington contra la privacidad de sus ciudadanos y misiones diplomáticas extranjeras. El Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil convocó al embajador estadounidense en Brasilia, Thomas Shannon a quien pidió una explicación al respecto. La embajada de Brasil en Estados Unidos también exhortó al Departamento de Estado norteamericano a aclarar el hecho.

El mismo día, el presidente cubano, Raúl Castro estimó que las informaciones reveladas por el ex empleado de la CIA, Edward Snowden, permiten al mundo a reconocer el controvertido programa de espionaje planetario de Estados Unidos. Ratificó además su apoyo a la voluntad expresada de Venezuela, Bolivia y Nicaragua de otorgar asilo humanitario al refugiado. "Respaldamos el derecho soberano de la República Bolivariana de Venezuela y de todos los estados de la región de conceder asilo a los perseguidos por sus ideales o luchas por los derechos democráticos, según nuestra tradición", aseguró Castro al clausurar en La Habana el primer período ordinario de sesiones de la VIII Legislatura del Parlamento.