Los responsables de la investigación del PNUD valoraron que a pesar de las mejoras sociales logradas en la última década, la tasa de homicidios y robos en América Latina sigue alta, con más de 100 mil asesinatos cada año en el período 2001-2010, lo cual convirtió a la región en la más insegura del mundo.

Indicaron que las llamadas “políticas de mano dura” aplicadas en los últimos 10 años contra el crimen no han funcionado como se esperaba, y recomendaron políticas orientadas al mejoramiento de la calidad de la vida de la población y el estrechamiento de las brechas entre ricos y pobres en la sociedad, a fin de prevenir el delito y la violencia.