El portavoz del Palacio del Kremlin, Dimitry Peskov, anunció a la prensa que ninguna autoridad, ni de alto ni de bajo nivel o ningún representante oficial de Rusia han tenido o tienen relaciones con el también llamado “caso de Salisbury”. “Reiteramos que todas las propuestas en este sentido y las acusaciones, son inaceptables” añadió.
El pasado miércoles, Londres acusó a dos ciudadanos rusos, sin su presencia, de vincularse con el envenenamiento de Skripal y su hija Yulia en marzo de 2018 en la ciudad de Salisbury situada en el sur del Reino Unido. Según argumentó Londres, dichos culpables, que son agentes de inteligencia de Rusia, actuaron con la autorización de las altas autoridades de ese país. En reacción casi inmediata, el Ministerio de Relaciones Exteriores ruso lo refutó diciendo que ese argumento no tiene ningún sentido.