Los asuntos conversados entonces en la capital cubana, algunos en marcha y otros por iniciar, fueron la base de este rápido, pero muy productivo quinto encuentro entre los dos mandatarios.
En particular, ahondaron en los temas relacionados con una participación activa en la construcción de un nuevo sistema nacional de salud para México. Ese país estuvo literalmente 40 años sin formar los médicos especialistas requeridos por la población, guiándose para la formación de galenos por los esquemas mercantilistas de que dedicar tiempo y dinero en carreras universitarias de medicina y enfermería no era redituable.
De esta manera, en el plan de reconversión del sistema de salud de México, Cuba participa activamente con el envío de especialistas que ya suman 610 desde agosto del año pasado. Con los nuevos compromisos surgidos en esta visita, sumarán otro centenar en las próximas semanas.
La isla caribeña también está presente en la formación profesional, como informó en la reunión bilateral Salud IMSS-Bienestar el ministro de Salud Pública de Cuba, José Ángel Portal, quien precisó que mil 274 mexicanos se graduaron ya en las universidades médicas de la isla, donde continúan actualmente 603 estudiantes de este país, 509 de ellos en posgrado.
Entre los hechos trascendentes figura también que con la visita oficial de Díaz-Canel, el 11 de febrero, se incorpora a Cuba como copatrocinador de la Agencia de Regulación Sanitaria Latinoamericana y Caribeña para unificar gestiones regulatorias y elevar la eficiencia de los procesos, reducir costos y generar acceso a capacidades técnicas en la región.
Todos estos hechos y perspectivas sor argumentos más que suficientes para considerar que la visita oficial del presidente Miguel Díaz-Canel a Campeche consagró una alianza estratégica provechosa para México y Cuba.