Se dice que este es el mayor ataque con misiles en aproximadamente una semana por parte del grupo islámico libanés en territorio israelí. Muchos de los cohetes de Hezbolá fueron interceptados por el sistema de defensa aérea Cúpula de Hierro de Israel, el resto cayó principalmente en áreas abiertas y no causó víctimas.
Mientras tanto, el ejército israelí respondió al ataque con múltiples ataques aéreos contra objetivos de Hezbolá, incluidos las zonas de Kounine y Qabrikha, en el sur del Líbano. El mismo día, aviones de combate israelíes también atacaron ferozmente objetivos del grupo de milicia en las zonas de Zibqin, Khiam y Ayta ash-Shab.
En Gaza, a pesar de la fuerte presión de fuentes tanto internas como externas, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, todavía está decidido a mantener el control entre el corredor de Filadelfia y la península egipcia del Sinaí.
Durante una conferencia de prensa especial en Jerusalén, Netanyahu enfatizó que el ejército israelí debe seguir estando presente en este corredor hasta que haya personal de reemplazo para garantizar la seguridad del corredor de Filadelfia. Según el Premier, si su país no controla el corredor de Filadelfia, Hamás podría utilizar esta ruta para sacar de Gaza a los rehenes que detiene.