La campaña llamada “People’s Vote” (Voto del pueblo), ha sido desplegada para garantizar que la Administración de la primera ministra Theresa May permita a la población decidir mediante una votación abierta si el acuerdo final al respecto da un futuro mejor o peor al país.
Se estima que ese documento ejercerá influencias en diferentes generaciones de británicos en adelante. Los resultados de un sondeo realizado a principios de la semana indicaron que el 48% de los encuestados apoyaron una consulta popular sobre el acuerdo final, el doble de los que se opusieron (25%).