Vehículos amontonados sobre las vías del tren en Alfafar (Valencia). (Foto: EFE)
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Las autoridades españolas ahora están dando prioridad a restablecer el orden y distribuir ayuda humanitaria a las ciudades y pobladores afectados, mientras que las esperanzas de encontrar supervivientes son cada vez más reservadas.
Para este fin, el gobierno español desplegó 10.000 soldados y policías adicionales en Valencia. Miles de voluntarios están ayudando a limpiar el espeso lodo que lo cubre todo en calles, casas y negocios en las localidades más damnificadas.
Según las estadísticas, 213 personas han muerto a consecuencia de las inundaciones, de las cuales 210 se encuentran en la Comunidad Valenciana, dos en la vecina Castilla-La Mancha y una en Andalucía.
Sin embargo, los funcionarios advierten que el número de muertos podría aumentar a medida que los vehículos queden atrapados en túneles y estacionamientos subterráneos.