Se reportaron más de 155 réplicas posteriores al terremoto de magnitud de 7,6, que derrumbaron muchos edificios y provocaron incendios en la ciudad de Wajima de la prefectura de Ishikawa. Varios sistemas de carreteras quedaron destruidos, mientras que más de 33 000 hogares quedaron sin electricidad ni agua corriente.

Escombros en la ciudad de Nanao, prefectura de Ishikawa, el 2 de enero de 2024. (Foto: Reuters)

En una rueda de prensa, el primer ministro nipon Fumio Kishida, evaluó: “Se registraron daños enormes y generalizados, incluidas pérdidas de vidas, derrumbes de edificios o incendios. La alerta de tsunami se levantó a las 10 de la mañana y trabajaremos lo más rápido posible para asegurar el transporte marítimo”.

Ante la tragedia, el Gobierno nipón anunció que cancelará una serie de eventos a principios de año relacionados con actividades de la Familia Real y funcionarios gubernamentales.

Según los expertos en geología, el reciente sismo es el más fuerte en Japón desde el terremoto de 2018 en Hokkaido. Sin embargo, sus daños se pueden minimizar gracias a un sistema de alerta temprana instalado en 182 zonas de 7 prefecturas costeras del país desde 2022.