Este es un paso importante para ayudar a la alianza militar más grande del mundo a resolver un problema que dura décadas, al tiempo que mejora la eficiencia operativa en el contexto de conflictos globales cada vez más complejos.

La política de estandarización permitirá a los ejércitos de los países miembros de la OTAN coordinarse mejor, desde armas pesadas como artillería y municiones hasta vehículos y aviones de combate.

El establecimiento de normas comunes no sólo garantizará la eficacia en el combate, sino que también ayudará a los Estados miembros a ahorrar significativamente en costes de defensa, gracias a la unificación de procedimientos y equipos.

Los países de la OTAN asignarán al secretario general del bloque, Mark Rutte, la tarea de desarrollar propuestas específicas para "modernizar el proceso de normalización" antes de febrero de 2025.