Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, con sede en el Reino Unido, el blanco de la fuerza aérea israelí fue una instalación del ejército sirio en los suburbios del noreste de la capital, Damasco. Las cifras iniciales muestran que al menos 11 personas, en su mayoría civiles, murieron.

Esta embestida se considera uno de los ataques aéreos más destructivos de Tel Aviv en materia de víctimas en Siria en las últimas tres semanas, desde que las fuerzas de oposición derrocaron al gobierno y tomaron el control de Damasco, en la mañana del 8 de diciembre.

En cuanto al proceso político en Siria, el líder del gobierno militar interino de ese país, Ahmed al-Sharaa, informó la víspera que la organización de elecciones nacionales puede llevar hasta cuatro meses más. En una entrevista con el canal de televisión saudí Al Arabiya, Sharaa afirmó que el pueblo sirio necesita alrededor de un año para notar cambios fuertes en su territorio, mientras que redactar una nueva Constitución podría tardar hasta tres años.