El portavoz dichas fuerzas iraníes señaló que un buque de guerra de la Armada Real que escoltaba al petrolero Stena Impero antes de su detención el viernes por el IRGC intentó "resistir e interferir" desafiando las regulaciones marítimas, lo que encerró el riesgo de choque con otras embarcaciones.   

Dicho barco y sus 23 tripulantes fueron trasladados a la costa para someterse a los procedimientos legales y todos los miembros se encuentran en buen estado de salud.

En cuanto a este tema, el canciller de Irán, Javad Zarif reiteró que las acciones de Teherán en el golfo Pérsico cumplen con las leyes internacionales.

El mismo día, el Ministerio de Relaciones Exteriores del Reino Unido convocó al encargado de negocios de Irán en Londres para debatir sobre dicho incidente. Mientras, El ministro de esa cartera británico, Jeremy Hunt consideró “ilegal” la detención del barco de su país porque estaba en las aguas de Omán. En este sentido, urgió a Teherán a poner en libertad al buque petrolero Stena Impero.