Un día antes Pakistán difundió un vídeo sobre la detención de ese hombre luego de derribar dos aviones y detener a dos pilotos de la India. Según la grabación, el oficial se identifica como Abhinandan Varthaman.

Los restos de un avión militar indio derribado presuntamente por Pakistán en Badgam, un distrito de la India en el estado de Jammu y Cachemira (Foto: Xinhua/VNA)

Las tensiones entre ambos territorios aumentaron después de confirmar Nueva Delhi el 26 de febrero la realización de un bombardeo contra un campo de entrenamiento del grupo terrorista Jaish-e-Mohammad, en la región de Cachemira controlada por Pakistán. El canciller indio, Sushma Swaraj, dijo que la decisión de llevar a cabo esa operación se debe a que Islamabad no ha realizado ninguna acción contra los grupos terroristas y se apoya en las informaciones confiables sobre el plan de Jaish-e-Mohammad de realizar ataques en la India.

La escalada de tensiones en esa zona preocupa a muchos países. El mismo día, el canciller iraní, Mohammad Javad Zarif, tuvo una conversación telefónica con su homólogo pakistaní, Shah Mahmood Qureshi, ofreciéndose como mediador entre las dos partes en conflicto.

Nepal también manifestó su preocupación ante el actual estado de las relaciones relaciones entre esas dos naciones, y les llamó a reducir las tensiones y normalizar la situación mediante el diálogo y otras medidas pacíficas.

El mismo día, en las conversaciones telefónicas con el titular de la diplomacia pakistaní, el canciller chino, Wang Yi, expresó su profunda preocupación por esta situación, mientras su homóloga canadiense, Chrystia Freeland, instó a ambas partes a contenerse al máximo.

El Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos advirtió los latentes riesgos por la escalada de los actos militares, los cuales amenazan la seguridad de Pakistán y la India, así como a los países vecinos y la comunidad internacional en general. Pidió a las partes realizar de inmediato los pasos encaminados a aliviar las tensiones.