El primer ministro de Hungría, Viktor Orban, en la cumbre de líderes de la Unión Europea en Bruselas, Bélgica, el 18 de diciembre de 2025. (Foto: REUTERS / Yves Herman) |
Esta decisión pone de relieve las discrepancias existentes dentro del bloque comunitario sobre la forma de respaldar a Kiev.
El primer ministro de Eslovaquia, Robert Fico, sostuvo que el apoyo financiero de la UE a Ucrania no contribuye a la paz, sino que incrementa el número de víctimas y prolonga el conflicto. A su juicio, Ucrania necesita recursos destinados a la reconstrucción del país y no a la fabricación de armamento, ya que la ayuda militar tiende a relegar las vías diplomáticas. En este sentido, Eslovaquia aboga por un apoyo más práctico, centrado en el suministro de electricidad y la rehabilitación de infraestructuras, una postura que mantendrá en futuras negociaciones.
Por su parte, el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, advirtió sobre las consecuencias a largo plazo de la concesión de este préstamo y subrayó su carácter inédito, al tratarse de la primera vez que 24 Estados miembros conceden conjuntamente un crédito de gran magnitud a un país ajeno a la Unión Europea. Hungría defiende el diálogo pacífico y no respalda esta iniciativa, al considerar que podría prolongar el conflicto en Ucrania.
Con anterioridad, el ex primer ministro Andrej Babiš afirmó que la República Checa no se opone a que la UE continúe apoyando a Ucrania, pero insistió en que dichas medidas no deben trasladar la carga financiera a los presupuestos futuros del país.