Los rebeldes sirios toman la ciudad de Daraa, el 7 de diciembre. (Foto: Getty) |
El Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (SOHR, en inglés) informó que cientos de soldados gubernamentales recibieron órdenes de retirarse del Aeropuerto Internacional de Damasco y se cambiaron de uniformes militares por ropa civil.
Varios medios occidentales publicaron información aún no confirmada de que el presidente Bashar al-Ásad había abandonado el país. Un día previo al hecho, la Oficina del Presidente declaró que el mandatario todavía cumplía sus funciones en Damasco.
Según testigos, se oyeron disparos en las calles y había mucho tráfico porque la gente salía en coche de la capital.
Entretanto, los ministros de Asuntos Exteriores de Rusia, Irán y Turquía, llamaron el 7 de diciembre a un cese de las hostilidades en Siria y al comienzo de un proceso de diálogo entre Damasco y los grupos opositores legales. Esa postura fue concertada en una reunión tripartita realizada en el formato de Astaná sobre Siria al margen del Foro de Doha, en Catar.
Los tres mencionados países se unen desde 2017 a las negociaciones en el formato de Astaná con el objetivo de encontrar una solución política para Siria.