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El jefe de Gobierno pidió a todo el aparato político y los estamentos sociales persistir en el espíritu “Combatir la pandemia como luchar contra el enemigo” y aceptar las eventuales pérdidas económicas para garantizar la máxima seguridad de la población. Insistió también en reforzar la disciplina y el ritmo de implementación de las medidas destinadas a detectar lo más pronto posible las fuentes de contagio y realizar la cuarentena oportuna.
Ordenó a los presidentes de los gobiernos locales guiar la implementación de los protocolos que restringen las aglomeraciones de personas a partir de las 00:00 horas del 28 de marzo hasta el 15 de abril; suspender las reuniones con más de 20 personas en una sala de conferencias y más de 10 en las zonas públicas, excepto oficinas, escuelas y hospitales; mantener una distancia de al menos dos metros con los demás; cancelar los eventos religiosos, culturales y de recreación; interrumpir las actividades de negocios y servicios, con la excepción de las tiendas de víveres; y reducir la circulación de personas desde los lugares de infección a otros seguros.
Mientras, la Dirección Nacional de Prevención y Control del Covid-19 sigue las instrucciones para que las localidades sean equipadas con máquinas, medicamentos, infraestructuras y medidas preventivas en respuesta al brote a un nivel más amplio, así como establezcan planes sobre el estado de emergencia para presentar al Ejecutivo antes del 28 de marzo, propuso.
El premier calmó a los pobladores y les llamó a confiar en las autoridades en esta batalla.
Además, hizo hincapié en superar las dificultades en la producción y los negocios y conservar el bienestar social.
Hasta las 18:00 horas del viernes, el país indochino reportó nuevos 10 casos de contagio, elevando el número de pacientes a 163. Están aislados según las normas sanitarias.