Con esta concesión, la administración del presidente Emmanuel Macrón espera calmar las protestas de los llamados “chalecos amarillos”, que en las últimas tres semanas dejaron cuatro muertos y centenares de heridos.
La medida también se aplicará al gas y a la electricidad, cuyos precios también iban a ser aumentados en enero de 2019.
Además, se retirará para un lapso igual de seis meses el plan de arreciar la evaluación técnica de los automóviles, que se enfocaría en los vehículos antiguos con alta tasa de emisiones de gases contaminantes.
“Ningún impuesto merece poner en peligro la unidad de la nación”, destacó Philippe en un discurso televisado. Añadió que tras el retraso del plan de subida, el gobierno galo comenzará una discusión real sobre los principales temas objetados por las manifestaciones, incluido el apoyo a los trabajadores de pocos recursos.