En su cuenta de Twitter, el canciller filipino, Teodoro Locsin, dijo el 22 de abril que su cartera envió a la Embajada china en Manila (capital de Filipinas) una nota diplomática en que acusó al gigante asiático de infringir las normas globales cuando un “arma de radar” de ese último apuntaba a un barco de la marina filipina en sus aguas.

El hecho de que el Ministerio de Asuntos Civiles de China declarase el establecimiento de las llamadas unidades administrativas de Xisha y Nansha que abarcan el banco de arena Scarborough y el arrecife Fiery, viola la soberanía marítima de Filipinas, agregó.

Con anterioridad, el ex ministro de Relaciones Exteriores filipino, Albert del Rosario, llamó al Gobierno de su país a protestar contra los actos intimidatorios de China. Señaló que Manila debe tener más cautela con las recientes acciones de Beijing en el Mar del Este, especialmente en momentos en que el mundo se concentra en enfrentar la pandemia del Covid-19.

Mientras, el director de la Iniciativa de Transparencia Marítima de Asia del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales de Estados Unidos, Gregory Polling, opinó que lo que China está haciendo en dicha zona no es diferente a las acciones que realizó anteriormente como las prospecciones petroleras y la pesca ilegal, agravando la situación en la región.