Un misil balístico de Rusia en un desfile en la Plaza Roja (Foto: New York Times)
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El Ministerio de Relaciones Exteriores ruso propuso en un comunicado oficial “la prórroga por un año” del tratado, y aseguró que Moscú está lista para la congelación, en coordinación con Washington, del número de cabezas nucleares que posee cada una de las potencias.
Ese congelamiento conjunto del número de ojivas no debe acompañarse de “demandas adicionales de Estados Unidos” y permitirá “ganar tiempo” para continuar las conversaciones bilaterales sobre el futuro del control de armas nucleares, afirmó la diplomacia rusa.
La portavoz del Departamento de Estado norteamericano, Morgan Ortagus, dio la bienvenida a la sugerencia de Rusia para promover el progreso en el control de armas nucleares. También enfatizó que Washington está listo para reunirse con funcionarios rusos para finalizar un acuerdo verificable y espera que la nación euroasiática empodere a sus diplomáticos para negociar sobre el tema.
El tratado New Start, suscrito en 2010, mantiene los arsenales nucleares de ambos países muy por debajo de los niveles de la Guerra Fría, limitando el número de lanzamisiles estratégicos desplegados a 700 y el número de ojivas a mil 550. La posible desaparición de este último gran acuerdo bilateral sobre un asunto tan relevante para la comunidad internacional como es el control de armas nucleares ha desencadenado preocupaciones sobre el posible resurgimiento de una carrera armamentista.