Según un comunicado del Departamento de Estado norteamericano, ambos lados discutieron la reducción de la inmigración ilegal de Cuba a Estados Unidos desde la emisión de una Declaración conjunta en enero de 2017.
La administración del presidente Donald Trump planteó durante la reunión la necesidad de una mayor cooperación de Cuba para la repatriación de cubanos con órdenes finales de deportación desde Estados Unidos. “Una política migratoria fuerte es vital para la seguridad nacional de los Estados Unidos”, señaló el Departamento de Estado.