Foto de ilustración: Ministerio de Defensa de Australia

Las dos partes expresaron su profunda preocupación por las acciones coercitivas de Beijing que causa la inestabilidad en la región del Indo-Pacífico.

Declararon que las reclamaciones de China en el Mar del Este no tienen “base legal” y son inválidas, conforme al dictamen de la Corte Permanente de Arbitraje sobre el pleito de Filipinas contra China emitido en 2016.

Afirmaron que los reclamos de Beijing, basados en su llamada “línea de nueve tramos”, son inconsistentes con la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar de 1982. Además, destacaron que el fallo de 2016 es final y vinculante para todas las partes y que las reclamaciones en el Mar Oriental deben implementarse y resolverse de conformidad con el derecho internacional.

También expresaron su apoyo a los derechos legales de otros países de la región de explotar los recursos y pescar en esas aguas.