Ante medios de comunicación en la ciudad francesa de Biarritz, Trump evaluó que los países participantes prestan atención a dichos enfrentamientos comerciales. Sin embargo, informó que no ha sido criticado por los líderes de esos territorios acerca del tema. También dejó abierta la posibilidad de aliviar la tensión al aplazar su amenaza de declarar una emergencia nacional, en un intento de obligar a las empresas estadounidenses a romper los lazos con China. Insistió en que estaría en su derecho de usar una ley de 1977 como una nueva arma en el choque económico entre las potencias del mundo.