El documento condena acciones de Pyongyang y Moscú que a su juicio violan varias resoluciones del Consejo de Seguridad, especialmente el envío de tropas de Corea del Norte a Rusia.

El texto también reafirma el compromiso de completar la desnuclearización de la península coreana sobre la base de las resoluciones del Consejo de Seguridad.

La declaración conjunta también reafirma la importancia de mantener la paz y la estabilidad en la región del Indo-Pacífico, así como de apoyar el papel central de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) y la arquitectura regional liderada por esta agrupación; oponerse firmemente a todos los esfuerzos unilaterales para cambiar el status quo en las aguas del Indo-Pacífico.

Aboga por apoyar un orden marítimo global que incluya la libertad de sobrevuelo y navegación basado en el derecho internacional, incluida la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (UNCLOS) de 1982.