El inquilino de la Casa Blanca propuso reanudar las negociaciones entre los dos países sobre el tema. Al mismo tiempo, advirtió que Irán enfrentaría consecuencias si continúa con sus programas nucleares.
La carta refleja una postura dura de Washington, excluyendo la posibilidad de negociaciones indefinidas y exigiendo que las partes alcancen un acuerdo dentro de un plazo determinado.
Aún no queda claro si la ofrecida cuenta regresiva de dos meses comienza desde el momento en que se entregó la carta o hasta que inicien las conversaciones oficiales.