El ministro de Asuntos Exteriores iraní, Abbas Araqchi, en las conversaciones. (Foto: ISNA) |
En las conversaciones de este domingo, que duraron unas tres horas y transcurrieron en Mascate, la capital de Omán, ambas partes expresaron su voluntad de dialogar, a pesar de las persistentes diferencias.
Irán reafirmó que es innegociable su derecho a enriquecer uranio, mientras Estados Unidos exige el cese total de esas actividades y el desmantelamiento de las principales instalaciones nucleares, incluidas las de Natanz y Fordow.
Teherán aseguró que está dispuesto a limitar ciertos aspectos de su programa nuclear, siempre que Washington levante las sanciones. Sin embargo, insistió en su derecho al enriquecimiento de uranio y a mantener sus reservas, además de rechazar cualquier negociación sobre su programa de misiles balísticos. También exigió garantías sólidas para evitar una posible retirada unilateral de Estados Unidos de cualquier acuerdo futuro.
El Ministerio de Asuntos Exteriores iraní calificó las conversaciones de "difíciles, pero útiles", destacando que llevaron a un mejor entendimiento mutuo y a la identificación de pasos concretos para reducir los desacuerdos.
Por su parte, un alto funcionario estadounidense consideró positivas las negociaciones en Omán e indicó que se prevé una próxima ronda de conversaciones.