El presidente estadounidense, Joe Biden, en la Casa Blanca, el 31 de mayo. (Foto: Reuters)
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Biden llamó al movimiento islámico Hamás a aceptar la nueva propuesta, cuyo proceso comenzaría mañana (2 de junio), al considerarla la mejor manera de poner fin al conflicto.
Esta propuesta incluye tres fases, como el intercambio de rehenes, provisión de ayuda, negociaciones de paz para poner fin a las hostilidades y un plan de reconstrucción de Gaza.
Se prevé que el proceso completo dure unas seis semanas.
Inmediatamente después de que Washington anunciara la propuesta, la presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, y la ministra de Relaciones Exteriores de Alemania, Annalena Baerbock, la acogieron con agrado y la consideraron una oportunidad importante para poner fin al conflicto armado de casi ocho meses en Gaza.
El movimiento islámico Hamás también emitió una declaración afirmando su disposición a participar activa y constructivamente con cualquier propuesta basada en un alto el fuego permanente en Gaza, la retirada israelí, la reconstrucción de Gaza, el regreso de las personas desplazadas a sus hogares y un acuerdo sustancial de intercambio de prisioneros, si la parte israelí está claramente comprometida con dicho acuerdo.
Sin embargo, según la Oficina del Primer Ministro israelí, Benjamín Netanyahu no estaba de acuerdo con la presentación de Biden sobre la propuesta hacia un acuerdo de alto el fuego a largo plazo. Aseguró que Netanyahu había autorizado a su equipo negociador a llegar a un acuerdo relacionado, pero enfatizó que el conflicto todavía no terminará hasta que Tel Aviv logre todo el objetivo, incluida la liberación de los rehenes y la destrucción de los aparatos militares de Hamás.