El presidente de Francia, Emmanuel Macron (Fotos: Reuters)
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Esta nueva ley, aprobada también por el Parlamento, a principios de octubre con 415 votos a favor, 127 en contra y 19 en blanco, permite a las autoridades restringir los movimientos de personas sospechosas de tener vínculos terroristas e incautar sus propiedades. También autoriza a clausurar lugares de culto donde se divulguen ideas extremistas, así como detener a cualquier persona y revisar su identidad en un radio de diez kilómetros alrededor de puertos y aeropuertos internacionales.