El Partido Liberal Democrático (PLD) obtuvo 191 escaños y su socio, el Komeito, 24, con lo que suman 215 de las 465 bancas de la Cámara de Representantes del Parlamento nipón, frente a las 279 anteriores.
El Partido Democrático Constitucional (PDC), principal representante de la oposición, reforzó su presencia con 143 asientos, frente a los 98 obtenidos antes.
El primer ministro Ishiba Shingeru, presidente del PLD, reconoció la derrota como un revés para la coalición gobernante y pidió la cooperación de la oposición para mantener un gobierno en el que el PLD desempeñe un papel central.
Los analistas políticos creen que el PLD se enfrenta a un dilema, ya que su alianza con Komeito no es suficiente para controlar la toma de decisiones en la Dieta. Si decide aliarse con otro partido para gobernar, el PLD podría verse obligado a aceptar muchas de las exigencias de su nuevo socio, arriesgándose así a comprometer su propio programa.