El teniente general Qasem Soleimani (c.) murió en el ataque realizado el 3 de enero por Estados Unidos. (Foto: AP/VNA)

El secretario general de la ONU, António Guterres, expresó el 3 de diciembre su profunda preocupación por la escalada de tensiones en Medio Oriente. El portavoz del máximo responsable de la organización, Farhan Haq, urgió a los líderes mundiales a contenerse al máximo.

El mismo día, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, estimó que el bombardeo realizado en la noche del viernes contra el aeropuerto internacional de Bagdad (Iraq) para matar a Soleimani echaría más leña al foco candente de Oriente Medio.

Mientras, su homólogo francés, Emmanuel Macron, instó a las partes a eludir todas las acciones que tensen más la situación en esa región.

Desde Cuba, el canciller Bruno Rodríguez condenó por Twitter la acción de Washington.

“Condenamos enérgicamente el bombardeo de Estados Unidos contra el aeropuerto de Bagdad y el uso de misiles para asesinatos selectivos”, escribió.

Asimismo, advirtió sobre el brote de un conflicto con consecuencias incalculables en el oeste de Asia.

La viceministra de Asuntos Exteriores de Cuba Anayansi Rodríguez Camejo también condenó el ataque ordenado por el presidente estadounidense, Donald Trump, y lo consideró “una violación del derecho internacional”.

Distintos analistas coincidieron en que el bombardeo es un terrorismo de Estado y viola gravemente la ley internacional.