(VOVworld) - El jefe del Tribunal Constitucional de Egipto, Adli Mansur asumió el 4 de julio la presidencia interina. En la ceremonia para prestar juramento a su cargo, Mansur se comprometió a “preservar la república, respetar la constitución y las leyes y velar por los intereses del pueblo”.
En un intento de aliviar la indignación de los manifestantes tras el derrocamiento de Mursi, el presidente interino declaró que este movimiento forma parte del pueblo egipcio y es invitado a participar en la construcción del futuro patrio. Sin embargo, el jeque de dicha organización islamista, Abdel Rahman al Barr respondió con su rechazo inequívoco al derrocamiento de Mohamed Mursi, y subrayó que la formación se niega a participar en acción alguna junto a las autoridades usurpadoras. Exhortó además a los seguidores a reconsiderar las acciones para evitar oleadas de violencia que surjan. Por su parte, Mohamed Beltagy, un líder del Partido Libertad y Justicia (PLJ)- vinculado a Hermanos Musulmanes afirmó que los Hermanos Musulmanes no tomarán las armas pero que tampoco admitirán un régimen militar.
El presidente Mohamed Mursi fue derrocado tras olas de protestas
de los sectores inconformados en la sociedad egipcia
En el ámbito internacional, el gobierno de Siria apoya la destitución del presidente del Egipto, Mohamed Mursi que reafirma la determinación de preservar una democracia en el país del África del Norte. Por su parte, Emiratos Árabes Unidos coincide con Siria y califican la deposición de Mursi como “medida para solucionar la inestabilidad en Egipto”. Mientras tanto, el secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon destacó la necesidad de la restauración oportuna de un gobierno civil cuyos dirigentes respeten las demandas del pueblo. Mientras tanto, funcionarios de Alemania, Reino Unido, Turquía rechazan el derrocamiento de Mursi. Por su parte, China manifestó su apoyo a la elección de los egipcios y llamó a las partes relacionadoas al diálogo.