En declaraciones a la prensa Noboa enfatizó que el Gobierno ecuatoriano tomará todas las acciones necesarias para rescatar a los rehenes. Además, reiteró que "no negociará con los rebeldes".
La policía ecuatoriana patrulla en Quito, luego de que el presidente Daniel Noboa declarara el estado de "conflicto armado interno", el 9 de enero de 2024. (Foto: Xinhua/VNA) |
Este país enfrenta una situación de seguridad extremadamente inestable por la inseguridad rampante y la creciente violencia en las prisiones provocadas por las bandas criminales transnacionales.
El 8 de enero el presidente Daniel Noboa tuvo que declarar el estado de emergencia en todo el país por 60 días, al tiempo que exigió el despliegue de fuerzas armadas para hacer patrullas en las calles y en las cárceles, además de imponer un toque de queda desde las 23:00 horas de la noche anterior hasta las 5:00 horas de la mañana del día siguiente. Esta decisión se tomó después de que estallaron disturbios en seis cárceles de todo Ecuador.
La ola de violencia llevada a cabo por las bandas de narcotraficantes ha provocado numerosas explosiones de bombas, incendios de automóviles, ataques contra supermercados, estaciones de televisión y universidades, así como secuestros en muchos lugares del país.