Según las cifras publicadas por la Oficina de Estadísticas Nacionales, el Producto Interior Bruto (PIB) de Reino Unido creció solo un 0,1 % en el primer trimestre del año, debido a las dificultades que enfrenta en los mercados, así como a la reducción de las inversiones y un menor gasto del consumidor. De esta manera, la normalización de las políticas monetarias del Banco de Inglaterra podría ser retrasada.