(VOVworld) – Respondiendo al llamamiento de las facciones políticas, seguidores y detractores del depuesto presidente egipcio Mohamed Mursi celebraron este viernes multitudinarias manifestaciones en todo el país, en lo que denominan "viernes de la victoria". Los Hermanos Musulmanes movilizaron a sus partidarios sobre todo en la capital El Cairo, especialmente en dos lugares que los islamistas ocupan desde hace cerca de tres semanas: la mezquita Raba Al Adawiya, en el distrito de Nasr City al noroeste de la capital, y en los alrededores de la Universidad de El Cairo, en el barrio de Guiza, más cerca del centro para exigir la restitución de Mohamed Mursi. En su comunicado emitido el mismo día, el movimiento islamista rechazó el golpe de estado militar, calificándolo de "sangriento e injusto". Afirmó además que mantendrán sus concentraciones en las que reclaman el regreso a la presidencia de Mursi.
Visita general de la manifestación de los Hermanos Musulmanes
en frente de la mezquita de Raba Al Adawiya en El Cairo
Mientras tanto, los opositores también convocaron a concentraciones en la plaza Tahrir de El Cairo y frente al palacio presidencial de Al Itihadiya para "proteger la revolución y sus logros”. Ante la situación, se intensificó la seguridad en todos los lugares principales.
Las fuerzas de seguridad egipcias instalaron puestos de control en
las carreteras principales de acceso a El Cairo
Aunque la mayor parte de las protestas transcurrieron de forma pacífica, al menos dos personas -una mujer y un chico de 13 años- fallecieron la madrugada de este sábado durante los enfrentamientos entre partidarios y detractores de Mursi registrados en la ciudad de Mansura, situada en el delta del Nilo. En el plano político, las opciones de una salida negociada a la crisis parecen coincidirse en el empleo de diálogo entre los dos bandos.