Así, con dos victorias consecutivas en Arizona y Nevada, el 11 y 12 de noviembre, los demócratas cuentan ahora con 50 escaños frente a 49 de los republicanos, tomando oficialmente el control del Senado.
Hasta ahora, solo el estado de Georgia no ha tenido el resultado electoral porque la segunda vuelta debe realizarse el 6 de diciembre.
Si los demócratas ganaran allí consolidarían aún más su control del Senado.
Mientras tanto, en la Cámara de Representantes los republicanos están cerca de ganar, con 210 escaños frente a 200 de los demócratas. Según las reglas, el partido que obtenga 218 escaños obtendrá el control de la Cámara de Representantes.