Tras dos días de trabajo en Brasilia, los países acordaron la aplicación de una tarifa común a las mercancías importadas de las zonas fuera del MERCOSUR, con un recorte del 10% de aranceles a una mayor parte de esas importaciones.
No obstante, Uruguay pidió a los otros Estados integrantes del bloque abordar en la declaración conjunta de la cumbre la autorización a Montevideo para que pueda iniciar las negociaciones de tratados de libre comercio independientes sin la participación de ninguna otra parte, como condición para firmar el texto.
Obviamente, esta petición va en contra de las regulaciones vigentes del MERCOSUR. Por eso, la cumbre emitió sólo un comunicado de prensa firmado por los gobiernos de Argentina, Brasil y Paraguay.