El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, en un evento en La Habana. (Foto: AFP/VNA) |
El presidente estadounidense, Joe Biden, “no se atrevió a quitarnos el 'pretexto' y firmó por la continuidad del bloqueo”, escribió el mandatario cubano en su cuenta en la red social Twitter.
“El crimen ha durado demasiado, pero la Revolución cubana lo sobrevivirá”, agregó.
Un día antes, el presidente estadounidense, Joe Biden, envió al secretario de Estado, Antony Blinken, y a la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, un memorándum sobre la continuación del ejercicio de ciertas facultades en virtud de la Ley de Comercio con el Enemigo contra Cuba, que se extenderán hasta el próximo 14 de septiembre de 2023.
De esta manera, Biden se convierte en el 12° presidente de Estados Unidos en ratificar el marco que sostiene esta política contra Cuba y su pueblo.
La ley, aprobada por el Congreso de Estados Unidos en octubre de 1917, le otorga al presidente estadounidense la facultad para restringir el comercio con países “hostiles” y la posibilidad de aplicar sanciones económicas en tiempo de guerra o en cualquier otro periodo de emergencia nacional, y prohíbe el comercio con el enemigo o aliados del enemigo durante conflictos bélicos.
Esa legislación se aplicó contra Cuba por primera vez en 1962, durante la administración del presidente estadounidense, John F. Kennedy. Desde entonces la han renovado, año tras año, todos los mandatarios siguientes. Cuba es actualmente el único país del mundo sancionado bajo esa ley. El embargo ha sido ampliamente criticado a nivel internacional y rechazado desde 1992 por una amplia mayoría de países en la Asamblea General de la ONU.
De acuerdo con estimaciones oficiales, el embargo le ha costado a Cuba casi 148 mil millones de dólares en pérdidas en las últimas seis décadas.