El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, en Jerusalén, el 5 de mayo de 2024. (Foto: AFP/VNA) |
Según el tribunal, estas órdenes de arresto están vinculadas con los crímenes de lesa humanidad y de guerra que se perpetraron al menos del 8 de octubre de 2023 al 20 de mayo de 2024, momento en que formulara la solicitud el fiscal de la CPI, Karim Khan.
En cuanto a las acusaciones, la CPI afirmó que tiene fundamentos para creer que Netanyahu y Gallant “tienen responsabilidades penales como cómplices en los crímenes de guerra al usar la hambruna como un método bélico, y crímenes contra la humanidad, incluidos matanzas, opresión y otras acciones inhumanas”.
La CPI también emitió otra orden igual contra el líder de Hamás, Mohammed Diab Ibrahim Al-Masri.
La decisión del tribunal ha creado divisiones en la comunidad internacional.
El ministro de Relaciones Exteriores de Jordania, Ayman Safadi, emitió un comunicado afirmando que la decisión de la CPI debe ser respetada e implementada. El ministro de Justicia turco, Yilmaz Tunc, consideró la misma decisión como un paso positivo para poner fin a los actos de genocidio contra los palestinos.
Muchos países europeos y del mundo también pidieron el acatamiento del fallo de la CPI. En particular, el ministro de Defensa italiano, Guido Crosetto, anunció que arrestaría al primer ministro israelí Benjamín Netanyahu, de acuerdo con las órdenes de la CPI si se encontrara en Italia.
Por otra parte, el veredicto de la CPI enfrenta una feroz oposición de Estados Unidos e Israel. Un portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos dijo que la CPI se apresuró en el proceso de investigación, y afirmó que el tribunal no tiene autoridad legal para intervenir en estos asuntos. Mientras tanto, el presidente israelí, Isaac Herzog, calificó de “absurda” la medida.