Según el texto, Norcorea nunca reconocerá esas medidas punitivas ilegales y no le interesan los trabajos de dicha entidad. De tal manera, consideró absurdas las acusaciones antes mencionadas.
El documento también declaró que Estados Unidos y las fuerzas hostiles de Corea del Norte deben admitir la actual tendencia reconciliadora y realizar esfuerzos para reducir las tensiones y aportar al proceso de paz en la península coreana, en vez de decir mentiras y acusaciones falsas. La declaración reveló que en una reunión a puerta cerrada del Comité de Sanciones de la ONU, Washington acusó a Pyongyang de realizar ataques cibernéticos.
En su primera reacción, la representación estadounidense en las Naciones Unidas refutó haber acusado a Corea del Norte y afirmó que son erróneos los comentarios y las referencias al respecto.