(VOVworld) - Numerosos países occidentales, entre ellos Estados Unidos e integrantes  de la Unión Europea (UE), convocaron la víspera al embajador israelí para protestar contra el plan de Tel Aviv de construir 3 mil nuevos asentamientos en el territorio palestino ocupado.

Francia, Dinamarca, España y Suecia expresaron su profunda preocupación ante esta construcción ilegal en Jerusalén del Este y Cisjordania, y la Cancillería británica también criticó el plan, instando a Israel a poner fin a ese controversial plan.

El mismo día, el Departamento de Estado norteamericano advirtió que “es un área particularmente sensible” y la construcción de asentamientos allí podría poner en peligro los esfuerzos para lograr una solución de dos Estados coexistentes pacíficamente.

El Portavoz del presidente de EEUU, Jay Carney, también tuvo una conversación telefónica con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, en la que pidió suspender el unilateral plan que obstaculizará la reanudación de negociaciones directas entre Israel y Palestina.

A pesar de las objeciones de la comunidad internacional, el gobierno israelí decidió el 3 de diciembre reanudar el proyecto para construir mil 600 nuevos asentamientos en Ramat Shlomo, perteneciente a Jerusalén del Este.

Mientras tanto, la portavoz del Ministerio del Interior israelí, Efrat Orbach, dijo que en las próximas dos semanas, un comité a cargo de Jerusalén por el Ministerio del Interior discutirá sobre las objeciones a este programa para considerar un ajuste del plan.