Las calles están desiertas ya que también se redujeron las actividades de transporte. Nguyen Van Ngoc, un taxista radicado en la calle de Ly Phuc Man, distrito 7, dijo: “Esta enfermedad afecta mucho a la vida diaria de la población local. Las autoridades recomendaron a los ciudadanos no salir de la vivienda. Por esta razón, en los últimos días me he quedado en casa. No trabajo en estos momentos.”
Por su parte, Tran Xuan Dai, otro residente local, expresó: “Hay que cumplir con las recomendaciones e instrucciones de las autoridades. Al salir a la calle, hay que ponerse la mascarilla y evitar lugares concurridos.”
Además, muchos centros religiosos dejaron de realizar misas, y piden a los fieles rezar en casa. Estas medidas también se adoptan en Hanói y otras localidades del país.