Durante una rueda de prensa, el portavoz del Ministerio de Exteriores chino, Lu Kang, dijo que su país “se opone a los países que crean problemas con el tema de la seguridad nacional como excusa” y aseguró que las empresas extranjeras del gigante asiático “no tienen de qué preocuparse si se encuentran en situación legal".
“China tomará las medidas que hagan falta para proteger los legítimos derechos e intereses de las empresas nacionales”, dijo Lu, y añadió que “el Gobierno de Beijing siempre ha requerido a las empresas que operan en el exterior que cumplan con las leyes de los países a los que vayan”.