El hecho evidencia el consenso del Congreso federal frente a la decisión del presidente Donald Trump, al considerar que la decisión de sete perjudica los intereses del país en la región y representa un apoyo a los rivales, Estado Islámico, Rusia e Irán.
El Congreso estadounidense instó también a Turquía a poner fin a sus operaciones militares en Siria y ratificó la necesidad de suministrar ayuda humanitaria a los kurdos. Asimismo, exhortó a Trump a trazar un plan específico para aniquilar al Estado Islámico.
Entretanto, una propuesta semejante fue presentada al Congreso norteamericano.