Tras el aumento de las tensiones con Phnom Penh, el gobierno tailandés instó el lunes a su ejército a actuar con moderación y a no cerrar la frontera con Camboya.
La primera ministra Paetongtarn Shinawatra y su viceprimer ministro a cargo de Defensa, Phumtham Wechayachai, destacaron los riesgos de una escalada militar, sobre todo impacto negativo en la economía tailandesa y el comercio transfronterizo.
Las autoridades camboyanas también han expresado su preocupación, citando un clima de tensión que podría perjudicar la cooperación económica bilateral.
En consecuencia, la primera ministra tailandesa ordenó a su ministro de Defensa reunirse con las autoridades militares para transmitir un mensaje claro: se debe priorizar el diálogo para calmar la situación, a través de la Comisión Conjunta de Fronteras programada para mediados de junio.
Esta declaración se produjo tras los enfrentamientos del 28 de mayo entre militares de los dos países en la zona fronteriza entre la provincia de Ubon Ratchathani (Tailandia) y la provincia de Preah Vihear (Camboya), los cuales provocaron la muerte de un soldado camboyano.