Según el plan, la isla-continente destinará 4 mil 040 millones de dólares australianos ayuda externa, 115 millones menos que el año anterior. Los países insulares del Pacífico son los que recibirán la mayor asistencia, hasta mil 400 millones de dólares australianos.
El objetivo de esta ayuda es reducir la dependencia de los territorios insulares de China a través de préstamos destinados a implementar proyectos de infraestructura.