El terremoto provocó la emisión de alertas de tsunami en partes del Pacífico, incluidos Japón, Hawai, Rusia y Ecuador. También se han emitido advertencias de peligro a lo largo de la costa de California (Estados Unidos).
La agencia de noticias rusa, TASS, informó que varias personas sufrieron heridas leves por el terremoto, incluidos casos registrados en el aeropuerto de Kamchatka. El tsunami inundó la ciudad portuaria de Severo-Kurilsk y la empresa pesquera Alaid.
En Japón las primeras olas de tsunami se identificaron en la norteña isla de Hokkaido. La gente en muchas zonas fue evacuada después de una alerta de tsunami. La Compañía Ferroviaria del Este de Japón también anunció la suspensión de algunos servicios tras el terremoto.
En Filipinas el Instituto de Vulcanología y Sismología emitió una advertencia a la población para que se mantenga alejada de las playas.
Mientras tanto, la Agencia de Meteorología, Climatología y Geofísica de Indonesia lanzó una alerta de tsunami señalando que podría afectar algunas ciudades y pueblos costeros de Papúa, la provincia de Maluku del Norte y la provincia de Sulawesi del Sur del país en la tarde del 30 de julio.
En Nueva Zelanda la Agencia Nacional de Gestión de Emergencias recomendó a la ciudadanía mantenerse alejada de las playas y zonas costeras.