Coincidiendo en la necesidad de reforzar la integración dentro de esta área, las dos potencias europeas se pusieron de acuerdo con una “hoja de ruta”, destinada a mejorar el actual marco jurídico y así garantizar la sostenibilidad de las deudas soberanas, gracias a un “trato homólogo” en cuanto a los bonos.
Esta medida favorecerá el control de los gobiernos sobre los inversionistas que se oponen a la política relativa a la reestructuración de deudas.
Se prevé que los líderes de Francia y Alemania realicen un diálogo antes de la apertura de la Cumbre de la Unión Europea, a celebrarse a finales de este mes de junio, a fin de coordinar las posturas acerca de la reforma del bloque comunitario.