Espacio limpio y verde en la aldea de O Ngol. (Foto: VOV)
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Todos los fines de semana la casa comunitaria de la aldea O Ngol cobra vida con los sonidos vibrantes de gongs, los cantos folclóricos y conversaciones animadas. Las clases de interpretación de gongs y de cantos tradicionales de la etnia Jarai reúnen a aldeanos de todas las edades.
Siu H’Biao, fundadora del grupo femenino del pueblo, comentó: “Las canciones del pueblo Jarai alaban a héroes de guerra, como en “Hola tíos, hermanos” o “Hok kodok celebrando el día de la liberación”. Algunas también rinden homenaje al Tío Ho y a la revolución. Hoy la vida es más sencilla; los teléfonos inteligentes me permiten mantenerme en comunicación constante con el grupo a través de diferentes plataformas digitales”.
Siu Jo se alegra de que la generación joven continúe promoviendo la cultura tradicional de la etnia Jarai. (Foto: VOV)
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Según el anciano Siu Jo, la comunidad de O Ngol siempre se ha mantenido unida. En la última década la aldea fue reconocida a nivel provincial como ejemplo de preservación y promoción de los valores tradicionales.
Siu Jo expresó su orgullo al ver a las nuevas generaciones aprender a tocar los gongs y mantener viva la cultura ancestral.
“En O Ngol hay tres grupos de gong según la edad: niños, adolescentes y adultos. El artista Ama Nga y el jefe de la aldea también participan en estos. Saber que los jóvenes continuarán con esta tradición me da tranquilidad. El gong es sagrado en nuestra vida espiritual; es indispensable en funerales, ceremonias de abandono de tumbas y festividades del pueblo”, señaló el anciano Siu Jo.
La aldea O Ngol cuenta con 120 hogares y unos 500 habitantes, en su mayoría de la etnia Jarai, y fue reconocida como aldea rural de nuevo estilo hace siete años. Las presentaciones de gong, el uso de instrumentos musicales tradicionales, los bailes xoang y los cantos folclóricos siguen siendo parte del día a día.
Sobre el desarrollo de la nueva ruralidad en O Ngol, el jefe de la aldea, Siu Huynh, precisó: “A medida que la sociedad avanza debemos adaptarnos, pero nuestras valiosas tradiciones deben mantenerse vivas. Yo mismo he estado aprendiendo a cantar melodías folclóricas de mi comunidad, así como canciones revolucionarias. Aquí, tanto los mayores como los jóvenes lo comprenden. Por eso, nuestra comunidad destaca en el desarrollo de la nueva ruralidad”.
Siu Huynh (de pie en el centro), secretario del Comité del Partido en la comuna Ia Ve, distrito de Chu Prong, con artesanos locales. (Foto: VOV) |
Según Siu Khlo, secretario del Comité del Partido en la comuna Ia Ve, distrito de Chu Prong, desde finales de 2018 la aldea O Ngol ha cumplido con los criterios para las zonas de minorías étnicas y se ha consolidado como una de las aldeas rurales ejemplares de la provincia.
“Guiados por el lema “El Estado y el pueblo trabajan juntos”, los habitantes de O Ngol han construido caminos interaldeanos amplios, limpios y bien iluminados. Las casas están ordenadas, con jardines cercados y llenos de vegetación. Muchas familias cultivan café o pimienta, y ahora viven en viviendas sólidas y poseen motocicletas y tractores. La aldea cuenta con una casa cultural, grupos de gongs y diversos instrumentos tradicionales, como el gongs y el T’rưng. Nuestros artesanos y vecinos valoran y preservan con orgullo su herencia cultural”, explicó Siu Khlo.
En medio del ritmo acelerado de la modernidad, O Ngol se mantiene como guardiana de la identidad cultural de su pueblo. Hoy, esta comunidad se alza como modelo de desarrollo rural en la región étnica de Gia Lai, combinando tradición y progreso con armonía.