Nguyen Huu Long, amante del son analógico

Lan Anh
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(VOVworld) - Actualmente cuando los productores lanzan continuamente nuevas tecnologías de audio, todavía hay personas que tratan de conseguir monitores, bocinas y cintas de plástico antiguas para disfrutar sus sonidos. Nguyen Huu Long es uno de ellos. Al ver su colección los visitantes se asombran y admiran ante la abundancia de miles de valiosas piezas. 
(VOVworld) - Actualmente cuando los productores lanzan continuamente nuevas tecnologías de audio, todavía hay personas que tratan de conseguir monitores, bocinas y cintas de plástico antiguas para disfrutar sus sonidos. Nguyen Huu Long es uno de ellos. Al ver su colección los visitantes se asombran y admiran ante la abundancia de miles de valiosas piezas. 

Nguyen Huu Long, amante del son analógico - ảnh 1


La casa de Nguyen Huu Long está en una esquina de la calle de Phan Dinh Giót, Hanoi  y se ha convertido desde hace tiempo en una dirección de los amantes de la música clásica. Parece un pequeño museo de monitores y altavoces de distintos tipos de los años 80 o más viejos del siglo 20. El joven Pham Tuan Ngoc y sus amigos comentaron sobre la colección de Long en su propia tienda. Ngoc dijo: “Compramos muy poco, pero frecuentamos este lugar como ir al mercado. Aquí podemos tomar té, experimentar como se montan los viejos dispositivos y escuchar sus sonidos. Los productos, que son muy variados, pueden satisfacer a cualquier coleccionista de este tipo”.

La pasión por la música clásica le llegó a Huu Long desde su infancia, y se ha convertido en deleite y  parte de su vida. Él contó: “Cuando era pequeño a mí me gustaba la música. Desde los años 97 y 98 del siglo pasado mis abuelos y padres me legaron muchas cintas de plástico, receptores y otros equipos sonoros. Eran artículos de lujo que tuve la suerte de usarlos. Mi pasión creció a tráves del  l tiempo, y hoy se mantiene viva”.

Por el día trabaja y por la tarde Long se reune con sus amigos que comparten su afición por los clásicos e intercambian sobre sus últimas adquisiciones como coleccionistas. Nguyen Quoc Khánh, uno de sus amigos desde hace muchos años compartió su impresión: “Conozco a Long desde el día en que abrió su tienda. Aquí tenemos condiciones para dar rienda suelta a nuestra pasión. Él es un profesional en este goce y experto en la verificación y regulación de sonsonetes”.

Long dijo que este gusto lo relacionó con sus amigos, ya que todos quieren disfrutar del  té caliente, y a la vez deleitarse con la música reproducida por equipos de decenas de años atrás. Recordó que cuando aparecieron los discos CD y DVD, al parecer los de carbón y las cintas de plástico quedaron en el olvido. Los altavoces, las grabadoras de cintas de plástico y los amplificadores de hace medio siglo también fueron abandonados. Sin embargo, recientemente cuando se descubrió que los sonidos emitidos por fuentes analógicas como los discos de carbón y las cintas de plástico se acercan más a las vibraciones de la naturaleza, esos equipos reaparecieron. Los amantes pertenecen a todas las edades y tienen el mismo placer. El coleccionista remarcó: “En realidad hace unos 5 años se levantó una nueva ola cuando los conocedores buscaron la calidad de aquellos sonidos emitidos por equipos viejos. Me gusta mucho esta sonoridad, porque es sencilla y exacta, provocando que la música y el hombre  concuerden más. Hasta hoy, el son analógico sigue siendo cimero”.

Nguyen Huu Long, amante del son analógico - ảnh 2

En la colección de Long hay un rincón para exhibir receptores antiguos. Él reveló que generalmente los coleccionistas tienen sus propios espacios de rememoración. Para presentarlos tuvieron que dedicar tiempo y esfuerzo en la recopilación previa. “Algunos equipos fueron comprados solo para guardarlos porque su parte exterior era muy peculiar como los radioreceptores de los años 30 y 40. Los diseñadores querían insuflar su alma en los equipos para que hoy los coleccionistas los evoquen. Generalmente la parte exterior de una radio se hacía de madera al igual que los botones aunque también de bronce. La red que cubría la bocina era de tela, incluso tejida a mano. Aquí tengo receptores antiguos de Estados Unidos, de la República Federal de Alemania y de otros países”.
 
Aunque no es un atesorador de equipos sonoros clásicos, el reportero Nguyen Van The del periódico Quan doi nhan dan (Ejército del Pueblo) gusta fotografiarlos. Para él, La Voz de Vietnam es su amigo íntimo, por ello admira también la colección de receptores de Long. “Me fascinaron los equipos recopilados por Long. Crecí escuchando a la emisora nacional. Las radios son vasos comunicantes de sonoridades y música con los oyentes. Long es un experto compilador. Al venir aquí puedo rememorar el pasado”.

Mientras más escucha, más prefiere este sonido. Para Long el son clásico se ha adentrado en su sangre, como el arroz y la ropa que come y viste diariamente. Este placer le relaja y lo más importante es tener muchos amigos que comparten la misma pasión, ya que el sonido no tiene frontera.

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