(VOVworld) - Aunque es un campesino con un nivel cultural de noveno grado, Duong Xuan Qua en el villorrio Binh Duc, ciudad Long Xuyen, provincia sureña An Giang se hizo famoso en el delta del río Mekong. Es autor de un secador de arroz moderno de gran potencia. Su máquina ayudó a los agricultores a disminuir las pérdidas tras la recogida y costos de producción, y aumentar ganancias.

Nació y creció en el mayor granero del país, más que nadie Xuan Qua o Nam Nha comprendió las penalidades de los campesinos. Después de graduarse de la enseñanza secundaria básica, se quedó en la casa para realizar cultivos y casarse. Sembró arroz, crió patos para vender sus huevos y trabajó como jornalero, pero no se liberó de la pobreza. Tras muchos años de esforzarse, acumuló una cantidad de dinero y con la ayuda de sus amigos abrió un taller para fabricar puertas de hierro. Por casualidad, se convirtió de herrero en inventor del secador de arroz. Una vez vio las hélices de hierro que ventilaban el horno de secado de arroz que su amigo compró con un precio muy alto, y pensó que siendo un herrero por qué no hacer aspas para vender a los agricultores a un precio más bajo. Después de hacer hélices, empezó a fabricar otras piezas de hierro para el horno. En 2003 produjo el primer secador de arroz con potencia de l0 toneladas por hornada, apoyado por los campesinos, cuyo precio fue muchas veces más bajo. Nam Nha dijo: “Ninguna escuela me enseñó a hacer esta máquina. Investigué y aprendí de los agricultores para sacar poco a poco experiencias. A través de muchos años de uso los campesinos confían en la calidad de mi equipo.”

 Con los éxitos iniciales, a partir de 2005, su establecimiento recibió numerosos pedidos de clientes ya que la máquina de secado se ajustaba a las necesidades del campo y a precio ascequible. También en este tiempo se dio cuenta de que la eficacia de los hornos pequeños no era alta, por eso fundó la empresa privada Nam Nha para investigar y fabricar secadores de gran potencia y disminuir el costo de cada hornada. La mayoría de los clientes escogieron los equipos mejorados por Nam Nha, no solo por su precio barato, sino por su marca y calidad, en especial porque se hacía mas rentable la labor y obtenía un aumento del 40 por ciento de ganancias al año en comparación con los secadores normales de la misma potencia. Solo en el delta del Mekong, desde 2007 hasta la fecha, más de mil 300 máquinas de secado de la marca Nam Nha han sido instaladas y otras 40 exportadas a Cambodia. Con su innovación, recibió numerosos premios y diplomas. Doan Ngoc Pha, subdirector del Departamento de Agricultura y Desarrollo Rural de la provincia An Giang, consideró: “Nam Nha tiene creaciones excelentes como mejorar las hélices para ahorrar combustible, al mismo tiempo facilitar la entrada y salida del arroz del secador, sustituyendo numerosos cargadores. Además, abanderó el mejoramiento y creatividad del sector mecánico agrícola local. Sus logros son admirables.”

El inventor Nam Nha (derecha) está guiando a un empresario local
la operación del secador del arroz

Por el prestigio y eficacia de su producto, en 20l2, el Gobierno de Dinamarca le apoyó con un 50 por ciento de los gastos de investigación para que perfeccionara el sistema de secadores automáticos. Con estos hornos el número de operadores disminuyó dos tercios, el tiempo de transportación se ahorró y la potencia alcanzó l00 toneladas por hornada. Nam Nha agregó: “Generalmente los agricultores prefieren equipos extranjeros. Sin embargo, pienso que ahora con los hornos mejorados automáticos en el país no es necesario importar máquinas ya que el costo de producción de secadores domésticos es más bajo y la calidad dle arroz al final es muy buena.”

 Al referirse al secreto de su triunfo, Nam Nha dijo con modestia que al parecer la fabricación de un secador es muy fácil, pero cuando se empieza a hacer, el trabajo resulta muy difícil, porque no todas las personas pueden fabricar un horno de secado de poco costo de producción y bajo índice de arroz quebrado al moler. Para vencer las dificultades, ante todo se debe tener pasión y lanzarse a experimentar en la práctica.