 Dong Thi Van Ha. (Foto: VOV) |
Al momento de fundar su propia cooperativa en la localidad, Van Ha le puso el nombre de “Slame”, que se interpreta en su dialecto como “Ba Be”, un distrito en Bac Kan donde residen la gran mayoría del grupo étnico Tay. En esa zona los pobladores suelen vivir entre los extendidos campos de calabazas aromáticas y las plantas de té.
Después de graduarse en la Universidad de Farmacia de Hanói, en 2019, apliqué los conocimientos adquiridos para producir los primeros jabones naturales con la calabaza aromática, pero no logró quitarle el olor a comida. Tras varios intentos infructuosos descubrió la receta correcta, que consiste en añadir aceites esenciales como los de menta, de coco o de la palma para obtener el aroma natural. Este producto está aprobado por el Servicio de Salud de Bac Kan para el uso en los tipos de pieles sensibles de las mujeres embarazadas, personas de edad avanzada y los pequeños.
A principios de este año, Van Ha recibió muchos pedidos de jabón. Según compartió la emprendedora étnica Ha, la venta de la calabaza fresca oscila entre 10.000 a 15.000 dongs por un kilogramo (aproximadamente 50 centavos de dólar). Mientras tanto, con un kilogramo de calabaza se hacen hasta cinco piezas de jabón, cada pedazo se puede vender a 65.000 dongs (alrededor de 3 dólares), generando así un ingreso superior al nivel alcanzado con la venta tradicional.
“Recuerdo que cuando era universitaria, en el camino a la casa veía a los vendedores ambulantes de calabazas verdes aromáticas y esta imagen siempre me ponía a pensar sobre lo poco que ganan por la venta, ya que su cuidado y su cultivo requieren mucho esfuerzo. Llevarlo fresco al mercado para vender como comida diaria o como regalo no es un negocio sostenible. Por lo que decidí convertirlo en los pequeños jabones para facilitar la venta”, dijo.
Las parcelas de cultivo de calabaza verde, situadas principalmente en las comunas de Dia Linh y Yen Duong, en el distrito de Ba Be, tienen una superficie total de 200 hectáreas. Además de jabón, la cooperativa Slampe fabrica pasteles de luna rellenos de calabaza y té sin conservantes, que son menos dulce que los tradicionales. Una caja de té de hierbas de calabaza se vende por 100.000 dongs. Hasta ahora, la cooperativa ha comprado 50 toneladas de calabaza de los agricultores locales y se estima que a finales de este año lograrán adquirir hasta 100 toneladas de este vegetal. Dong Thi Vong, una campesina residente en la comuna de Dia Linh, de la provincia norteña de Bac Kan, dijo: “Mi familia siempre vende las calabazas verdes de nuestro huerto a la cooperativa Slame. Hasta ahora hemos vendido 10 toneladas con el precio de 10.000 dongs por un kilo (50 centavos de dólar), el doble de la venta tradicional como verdura en los mercados”.
Según la empleada Hoang Thi Trang, de la provincia norteña de Thai Nguyen, su empresa es cliente frecuente de la cooperativa Slame. Sus productos se usan para obsequios de la empresa o regalos para la familia. Trang expresó: "Espero que los productos ecológicos de la cooperativa Slampe pronto alcancen merecida fama y que Van Ha tenga mucho éxito en su negocio".
 Los pasteles de luna de la cooperativa Slampe. (Foto: VOV) |
La cooperativa Slampe tiene actualmente siete empleados a tiempo completo y 12 trabajadores a tiempo parcial. Para presentar sus productos a los consumidores, la compañía participa activamente en eventos de promoción de productos en el Parque Nacional de Ba Be, en diferentes ferias y exposiciones en la provincia y otras localidades a lo largo del país. Para fomentar la venta, los productos de Ha están presentes en las plataformas de comercio electrónico.
“En las grandes ciudades las personas tienden a realizar las compras en Internet. Por lo tanto, publicamos las fotos de nuestros productos en las plataformas digitales con la esperanza de promocionarlos a todos mis compatriotas y poder introducir algún día nuestras ofertas al mercado extranjero”, dijo.
A pesar de que la calabaza verde aromática es un producto que pertenece al programa "Cada comunidad, un producto" (OCOP) de Bac Kan, hasta el momento la venta de esta verdura sigue inestable. Productos de calidad como los de la cooperativa Slampe, e historias de emprendedores como la de Dong Thi Van Ha, merecen la atención de todos los niveles y sectores del Gobierno de Vietnam para fomentar las inversiones en su cadena de producción y promover así la demanda de la calabaza local.