El apicultor Hoang Van Sam en su granja
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Al cuidar de sus abejas, Ho Van Sam rechaza cualquier ropa protectora porque según él, están perfectamente domesticadas y nunca lastimarían a quien las cuida.
Después de graduarse en 1965 de la Escuela de Enseñanza Media de Agricultura y Silvicultura, el joven Van Sam pidió ir voluntariamente a Son La para trabajar, recién cuando la provincia acababa de abrir un laboratorio de apicultura. Apasionado, observó y estudió sin descanso el comportamiento de las abejas. La miel que obtenía era de buena calidad, pero el rendimiento era bajo e inestable. En 1981, Ho Van Sam fue la persona que introdujo variedades italianas de abejar en Son La. Después de la quiebra de la empresa que lo contrató en 1993, él decidió desarrollar su propia granja con siete enjambres. “Al principio tuve muchas dificultades. Perdí muchas abejas porque mis conocimientos sobre la organización y la reproducción eran limitados y no tenía una buena experiencia acerca del clima y las condiciones de floración en la provincia. Los apicultores deben ser perfectamente conscientes de las características biológicas de las abejas, su ciclo y lugar de reproducción, y la fecha de cosecha de la miel, así como saber aplicar la ciencia y la tecnología en cada etapa de desarrollo”.
Hoy, la vida de las abejas no tiene secretos para Ho Van Sam y su familia tiene mil colmenas. Además de miel, sus colonias producen cera, polen, jalea real, larvas y leche de abeja reina. La facturación anual de su granja se estima en más de mil 500 millones de dongs (64.442 dólares). El apicultor agregó: “Mi familia ha propuesto a los apicultores del área unirnos para crear una cadena de producción de alta calidad. Su objetivo es garantizar a los consumidores vietnamitas y extranjeros miel con la misma calidad que la de la marca Son La”.
La apicultura trae altos ingresos para los agricultores
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Los productos de Ho Van Sam se venden en todo el país. Su precio varía según las estaciones. Un litro de miel cuesta entre 150 y 300 mil dongs mientras un kilo de leche de abeja reina vale entre un millón 200 mil y un millón 500 mil dongs. Nguyen Thanh Long, un cliente del distrito de Chieng Le, de la ciudad de Son La, comentó: “La miel hecha por la familia del señor Sam es deliciosa. Mis amigos a menudo hacen que sus familias la consuman. Todos apreciamos la calidad natural del producto.”
La apicultura no es nueva en Son La, donde ahora hay cerca de mil practicantes de esa ocupación. Sin embargo, los de mejores resultados son los que constantemente intentan renovar sus métodos de producción. Ho Van Sam es uno de ellos. Siempre es un empresario que inspira a otros y anima a sus colegas a ayudarse mutuamente para garantizar la calidad y la venta de sus productos.